En el marco del Día Mundial de la Alimentación, Panamá logró el Récord Guinness del patacón más grande del mundo con 111.40 kilogramos (kg) de peso tras el pesaje oficial, y midió 3.4 metros de diámetro. La comunidad indígena Ipetí Emberá cocinó el patacón gigante, bajo la guía de la empresa de responsabilidad social Impacta y su equipo.
Con esto, Panamá se convierte en el primer país en llegar a la marca de esta clasificación. Para su elaboración, se emplearon 1,200 plátanos, 1,250 litros de aceite y para su preparación contó con la participación de 134 personas de la comunidad indígena en todo el proceso, quienes fueron dirigidos por Impacta, y por las chefs panameñas, Rachel Pol Policart y Oriana Bekerman.
A este evento asistió el adjudicador de Guinness World Records, Carlos Tapia, para verificar y validar el cumplimiento de cada uno de los requisitos del récord mundial. Además, estuvieron cuatro testigos oficiales para validar el récord: El metrólogo (especialista en métrica para validar el pesaje del patacón) Moisés Espino, el chef Joaquín Aizpura, un inspector de sanidad del Ministerio de Salud (Minsa) y el ingeniero de alimentos Adrian Ayala.
“El peso mínimo tenía que ser de 100 kg. Panamá fue el primer país en intentar llegar a la marca de los 100 kg del patacón más grande del mundo”, manifestó el juez y adjudicador de Guinness World Records, Carlos Tapia.
Según Tapia, los criterios evaluados para la distinción fueron: Que el patacón fuera una sola pieza sin romperse (al sacarlo del aceite); que un metrólogo certificara el peso final del patacón, que un testigo experto en cocina verificara los procesos y que fueran los tradicionales y los de un patacón, que un funcionario de salubridad salvaguardara los protocolos de manipulación de los alimentos, y que al final, el patacón se repartiera a la población sin haber desperdiciado nada.
La creadora del proyecto y directora de Impacta, Sabrina Naimark, explicó que, con esta iniciativa, se celebró el Día Mundial de la Alimentación y se logró otorgar protagonismo a uno de los platos estrella de la gastronomía panameña.
“También, la comunidad indígena promovió el rescate de sus costumbres originarias y el país se benefició turísticamente por su riqueza cultural. Además se logró unir al país por una causa y se creó la oportunidad a nuestro país entero de sentir el valor humano. Las acciones lo cambian todo y en este caso lo demostramos no solo en Panamá sino al mundo”.
En tanto, la chef Rachel Pol, indicó que el éxito operativo se debió gracias a diversos factores: La capacitación de cocina que recibió la comunidad, la cantidad de pruebas que se hicieron para lograr el peso y la masa, el uso de muchos plátanos para lograr que pesara la masa, el uso de la hoja bijao para evitar que se pegara el plátano a la malla metálica y la unión de la comunidad.
Para Sara Omi, Autoridad Tradicional del Congreso General Emberá de Alto Bayano, consideró que este evento fue un ejercicio para empoderar a las mujeres indígenas, que pudieron participar junto a los hombres en este proyecto, desde los procesos de cocina hasta el emprendimiento y la venta de artesanías.
Leoncio Vidal Berrío M.
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Capital Financiero